La correas de piel para reloj es el claro ejemplo de la esencia clásica y elegante de este instrumento para controlar el tiempo. Aunque con el avance tecnológico han resurgido los materiales plásticos y el acero, el cuero (natural o sintético) sigue siendo una elección mayoritaria en todo tipo de relojes de estilo clásico, cronógrafos y de aviador.
Sin embargo, las correas de piel de los relojes es uno de los elementos más sensibles al paso del tiempo, ya que se pueden agrietar o cambiar de color, de ahí que el mercado ofrezca buenas alternativas para sustituirlas.
Aunque mucha gente suele recurrir al relojero para cambiar la correa de su reloj, lo cierto es que con un poco de maña, y si se trata de un reloj de porte normal, es una tarea que podemos hacer nosotros mismos.
En general, lo principal a tener en cuenta es el ancho de la correa, ya que será el condicionante para adaptarse perfectamente a las orejetas del reloj. Conociendo este dato, tan solo nos quedará por elegir nuestro cierre preferido (la hebilla suele predominar en las pulseras de cuero) y elegir el color ideal para nuestro reloj.
Correas de piel por marca
En internet podemos encontrar muchas marcas de correas de piel desconocidas para nosotros, ya que no siempre podemos o queremos elegir un producto oficial de la casa. Con tan solo medir el ancho de la correa en la parte superior nos bastará para poder adaptarlo a nuestro reloj.
Correas de piel para reloj Fossil
Correas de piel para reloj Garmin
Correas de Bisontrap
Correas de piel por tipo
Piel de cocodrilo
Las opciones económicas que encontramos para correas de piel de cocodrilo suelen ser similaciones, con el veteado en el cuero (normalmente sintético) que simula la piel de este reptil.
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Piel marrón
El marrón es el color preferido para la mayoría de relojes, ya que su combinación con el metalizado (plateado o dorado) de una caja es sumamente elegante. En especial, con la mezcla del marrón y el plateado en la hebilla
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Piel negra
La piel negra es una excelente elección cuando tenemos relojes clásicos o que contengan piezas doradas, por ejemplo, en el aro del bisel. Su color ofrece una composición más sobria, encajando muy bien con relojes de diámetro pequeño y esfera de fondo blanco.
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Piel de otros colores
Cuando buscamos un toque de distinción (especialmente para relojes de mujeres), las correas de piel tintadas aportan una aire de frescos que otorga un aspecto moderno al reloj.
Además, nos permite jugar con el diseño del bisel y la esfera de los relojes que seleccionemos.
Por otra parte, también es importante buscar el ancho correcto de la correa en función de la distancia de las orejetas. De lo contrario, la correa de piel no nos servirá para nada. En cuanto tengas la distancia (y si no, consulta con el fabricante), puedes seleccionar tu pulsera de piel en función de dicho tamaño:
Cómo cambiar la correa de piel de un reloj
Una de las nuevas apuestas de las marcas de relojes es ofrecer correas intercambiables, pudiendo incorporar entre 2 y 3 variables (silicona, metal o piel) por la compra de un reloj.
Por ello, cada vez más se busca dar facilidad a la hora de colocarlas, pudiéndolo hacer en casa en pocos minutos con la ayuda de una pequeña pieza punzante.
Éstos son los pasos a seguir para cambiar la correa de un reloj.
- Afloja el pasador de la correa: mediante una herramienta de relojero punzante se empuja el pasador que conecta las orejetas hacia el interior, mediante una especie de muelle. Si no dispones de esta herramienta, cualquier objeto punzante (un clic o un alambre) puede ser suficiente según el tipo de reloj. Ésta es la herramienta que se utiliza para tal fin.
- Saca la correa de la caja: cuando notes que el muelle hace contacto hacia dentro, bastará con empujar la correa hacia fuera, en sentido contrario al reloj.
- Introduce el pasador en la nueva correa: sitúa la barra metálica en la correa, de forma que asome por ambos lados de forma simétrica.
- Apoya las yemas de los dedos en el pasador para volver a introducirlo y, lentamente, une la correa con las orejetas del reloj hasta que notas que el pasador entre en el agujero de la caja y se sostiene por sí solo.